Consumir infusiones de manera diaria podría afectar a tu salud: que ocurre y por qué

Quién no consume una infusión regularmente en España o en cualquier rincón del mundo? Pues bien, su variedad de sabores junto a sus efectos relajantes, antioxidantes y antiinflamatorios, en algunos casos, pueden tener efectos adversos en la salud, sobre todo, si se consumen en exceso o sin precaución.
¿Cómo nos puede afectar una infusión a la salud?
Las infusiones pueden ser beneficiosas para la salud, pero también pueden traer problemas. Todo ello, dependiendo de los ingredientes que se utilicen. Por ejemplo, plantas como la menta y la manzanilla pueden mejorar la digestión. Asimismo, la manzanilla, la valeriana, la tila y la pasiflora tienen propiedades calmantes que ayudan a reducir el estrés y a mejorar la relajación.
Por otro lado, ingredientes como el jengibre y la cúrcuma son apreciados por su acción antiinflamatoria. Por su parte, el perejil, por su efecto diurético, reduciendo así la retención de líquidos y favorecer la eliminación de toxinas, así como, beneficiar a la salud renal. También, el té verde, una de las infusiones más consumidas, es conocido por su contenido en cafeína, que actúa como estimulante natural, aumentando los niveles de energía y acelerando el metabolismo.

No obstante, es importante tener en cuenta que no todas las infusiones son siempre beneficiosas y pueden traer problemas para la salud. Y es que, su consumo excesivo puede sobrecargar los riñones, que se ven obligados a trabajar más para procesar y excretar líquidos. Un uso prolongado y sin control puede llevar a una pérdida de minerales esenciales, como el potasio, afectando el equilibrio del organismo.
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