Se eleva la tensión a días de la cumbre climática de la ONU: los planes de China ponen en riesgo la lucha contra el calentamiento global.

China quema más combustibles fósiles que cualquier otra nación, lo que la convierte en la principal fuente mundial de los gases de efecto invernadero que calientan la Tierra. Y su apetito voraz por la electricidad no hace sino crecer

DONGGUAN, China — En el extremo norte de una enorme ciudad industrial china, los sopletes de soldadura destellan mientras los trabajadores culminan la construcción de una planta energética a gas para remplazar una que quemaba carbón y que solía cubrir al vecindario aledaño con un manto de hollín.

Es una de las diversas plantas a gas enormes que se están construyendo para bombear más electricidad en esta ciudad industrial cada vez más grande de unos 10 millones de habitantes, donde la creciente demanda de energía ha conducido a racionamientos y apagones que ahora se están propagando por el este de China y perjudican las cadenas internacionales de suministro.

Este archipiélago de plantas eléctricas subraya una realidad preocupante en la lucha global para frenar el cambio climático. China quema más combustibles fósiles que cualquier otra nación, lo que la convierte en la principal fuente mundial de los gases de efecto invernadero que calientan la Tierra. Y su apetito voraz por la electricidad no hace sino crecer.

Construcción de la planta energética a gas Zhongtang en Dongguan, China, una de varias plantas nuevas a gas que se están construyendo en la zona para satisfacer las necesidades energéticas del país, el cual busca alejarse del uso del carbón, el 28 de septiembre de 2021. (Gilles Sabrié/The New York Times)Construcción de la planta energética a gas Zhongtang en Dongguan, China, una de varias plantas nuevas a gas que se están construyendo en la zona para satisfacer las necesidades energéticas del país, el cual busca alejarse del uso del carbón, el 28 de septiembre de 2021. (Gilles Sabrié/The New York Times)

El presidente chino Xi Jinping ha prometido que su país comenzará a reducir el dióxido de carbono y otros gases generados por la quema de carbón, gas y petróleo para 2030 y luego dejará de arrojarlos a la atmósfera por completo para 2060. Sin embargo, los climatólogos advierten que las naciones deben frenar de tajo y de inmediato el uso de combustibles fósiles para evitar las consecuencias más catastróficas del cambio climático.

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