El pasado 29 de octubre el pequeño Luchito Christiansen fue retirado del jardín infantil por su abuela materna y desde ese día que su familia paterna, quien posee su custodia definitiva, no sabe de él.

Luis Olaf Christiansen está desesperado, hace ocho días que perdió todo contacto con su hijo y él culpa a su expareja, una mujer colombiana con encargo policial por incumplimiento de condena, como responsable del secuestro de su hijo tras concertarse con su madre para que retirara al menor de cinco años desde el establecimiento en Viña del Mar.

“Mi hijo nació en Cali, Colombia, el 19 de octubre de 2016. Yo conocí a su madre acá en Chile y ella se marchó a Colombia embarazada. Ya a los siete meses de edad me lo comencé a traer a Chile, pues mi hijo estaba desnutrido y en malas condiciones. La propia madre me daba la autorización para que viajara y a los pocos meses pedí sus cuidados personales, pues ella me llamó para decirme que sin o lo iba a buscar lo iba a regalar (…) mi hijo vive en Chile hace cuatro años y no tiene contacto con su madre, es por eso que a la llegada de su abuela materna al país, yo comencé a fomentar el lazo entre ellos para que tuviera una figura materna que carecía”, confiesa el viñamarino.

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