La votación fue intensa, con 86 votos a favor y 41 en contra. Sin embargo, lo más destacado del día fueron las tensiones dentro y fuera de la Cámara. Un grupo de manifestantes, identificados como trabajadores del Poder Judicial en huelga, irrumpió en el Senado, obligando a la sesión a trasladarse a una antigua sede para continuar. Los opositores también intentaron tomar la tribuna, en un último esfuerzo por frenar la aprobación de la reforma.

La nueva legislación, que ahora debe ser ratificada por los congresos estatales, ha sido duramente criticada. Expertos legales y organizaciones como Human Rights Watch y la ONU advierten que podría comprometer la independencia del Poder Judicial, y temen que actores con intereses ilegales, como los narcotraficantes, podrían influir en la elección de jueces. Además, señalan que las decisiones judiciales podrían estar más motivadas por la opinión pública que por el respeto a la ley.

Pese a las protestas, Morena y sus aliados lograron el apoyo suficiente para sacar adelante la reforma. Ahora, el escenario político se prepara para las elecciones populares de jueces en 2025, un proceso inédito en la historia del país.