Horas de terror vivieron la tarde de este domingo un grupo de operadores de turismo naútico y turístistas en el sector costanera de Coquimbo, a un costado de la construcción abandonada del Mercado del Mar.
En el lugar opera una banda de aproximadamente cinco o seis venezolanos que están plenamente identificados por locatarios que trabajan en el sector y que están bajo amenaza de cuchillos y arma de fuego si delatan sus actividades delictuales o » se niegan a cancelar los $ 2000 que «cobran» por estacionar sus vehículos en este lugar.
Durante el mediodía de ayer, dos funcionarios que desempeñan funciones a bordo de una embarcación de turismo que realiza sus salidas desde el muelle turístico a un costado de la caleta de pescadores de Coquimbo, fueron agredidos por estos antisociales.
En efecto, una guía turística y un tripulante de uno de los barcos estilo pirata, resultaron con heridas leves y de mediana gravedad al ser atacados con «fierros y cuchillos» por los citados extranjeros, por no » sacar» del sector en donde ellos cobran dos mil pesos de manera ilegal, el vehículo en donde estos trabajadores habitualmente lo estacionan para dirigirse a su laburo.
Esta agresión fue vista por turistas y funcionarios de la actividad naútica del sector los cuales llamaron de forma distinta a los fonos 133, 137 y 1420. Al lugar llegó una patrulla de Policía Marítima perteneciente a la Armada de Chile, los cuales realizaron de manera inmediata un empadronamiento y control de identidad a los «parquimetros informales» que operan en este borde costero y a las personas que en situación de calle «residen» habitualmente al interior de la obra abandonada del Mercado del Mar, sin lograr la detención de alguno de estos delincuentes.
Paralelamente los trabajadores agredidos realizaron la denuncia en la 2da comisaría de Carabineros en donde fueron trasladados a un centro asistencial para constatación de sus lesiones
Testigos del modus operandi de la banda de venezolanos en el lugar, que prefieren ocultar su identidad por temor, nos relataron, que este verano, llegaron al lugar estos sujetos, los que utilizan chalecos reflectantes y bajo el seudo oficio de estacionadores informales, aparcan a los vehículos que llegan al lugar, preferentemente turistas, para luego que dejan sus automóviles bajo «el cuidado» de estos individuos, estos delincuentes los desvalijan, roban todo al interior de los móviles e incluso sacan todas las plumillas desde los parabrisas de los vehículos, para luego darse a la fuga.
Un trabajador del lugar nos dijo » Jefe estos venezolanos saben que los marinos no pueden actuar más allá de la vereda del estacionamiento, además siempre muestran pistola y cuchillo, diciendo que son venezolanos y nosotros sabemos que es cierto. Cuando roban o se van por la tarde se dirigen a unos rucos que armaron en una construcción abandonada al lado donde funciona la feria de las pulgas y los pacos y los municipales lo saben y no hacen nada» sentenció este testigo.