Bruno Díaz, especialista en cetáceos: «Las ballenas se comportan como si fueran granjeros que llevan fertilizantes

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Un estudio de la Universidad de Vermont muestra que las ballenas transportan nitrógeno en su orina, entre otros nutrientes
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Favorecen el desarrollo de toda la red trófica marina, la absorción de CO2 y la liberación de oxígeno a la atmósfera

Ya sabíamos que las ballenas aportaban nutrientes a la cadena trófica a través de sus heces, pero ahora un estudio liderado por la Universidad de Vermont y que publica Nature Communications, nos muestra que las ballenas contribuyen también a esta cadena transportando nitrógeno, entre otros nutrientes. Sin embargo, llama la atención que también lo hagan a través de sus excreciones, porque lo hacen mediante la orina.
Las ballenas realizan largas migraciones de miles de kilómetros, en las que viajan desde las frías aguas de los círculos polares hasta las más cálidas, cercanas al ecuador. En los polos, el agua es muy rica en plancton —uno de los alimentos principales de las ballenas —y aprovechan para comer grandes cantidades al día, ya que tienen que almacenar la energía necesaria para la migración.

Una vez llegan a las zonas cálidas, se acercan a la costa y allí, además de aparearse, desprenden grandes cantidades de orina que es muy rica en ese nitrógeno, que ya habían ingerido en los polos y del que también dependen las aguas ecuatoriales, como a explicado Bruno Díaz. «Muestra la importancia que tienen estas especies para mantener el equilibrio del ecosistema marino, porque nos ayudan incluso a luchar contra el cambio climático. Estos nutrientes lo que hacen es enriquecer la superficie del agua […] de nitrógeno y otros elementos fundamentales para que se desarrollen pequeños organismos vegetales (como el fitoplancton), que va a favorecer el comienzo y desarrollo de toda la red trófica marina, la absorción de CO2 y la liberación de oxígeno a la atmósfera», ha añadido.